Cada dos años, los 24 mejores jugadores de golf se encuentran para retarse mutuamente (los 12 mejores de Europa contra los 12 mejores de los Estados Unidos). Los amantes de este deporte la consideran la competición bienal más apasionante de todas, debido a que la rivalidad se ha ido alimentando a través de los años y es que la Ryder Cup es un torneo corto pero apasionante.
Todo comenzó en 1927, gracias al patrocinio de Samuel Ryde. Para la época, existía cierta inconformidad entre los jugadores británicos y los estadounidenses, quienes tenían que cruzar en barco -el viaje duraba dos semanas aproximadamente- para llevar a cabo los torneos como el British Open o el US Open.
Debido a que era una travesía tan larga, los participantes decidieron crear pequeños torneos -en ambos territorios- en los que no había premios, pero sí se alimentaba el orgullo de los ganadores.
¿Deseas saber más acerca de esta apasionante competición? Conoce toda su historia a continuación.
Un torneo con mucha historia
Cuando empezó el torneo, solo competían los estadounidenses contra los jugadores de Gran Bretaña, la copa fue prácticamente para los norteamericanos porque la ganaron en 45 ocasiones y los británicos solo ganaron en 1935. En el año 1973, se unió Irlanda y a partir de 1979 jugadores del resto de Europa, lo que hizo la competencia un poco más fuerte.
Son 28 partidos durante el fin de semana que se llevan a cabo y lo que se respira en el ambiente es rivalidad, debido a que el orgullo es lo que está en juego y eso es lo que hace a la Ryder Cup tan especial, porque no hay otra competición que enfrente las dos potencias occidentales y ponga de frente al viejo mundo contra el nuevo.
Es uno de los eventos deportivos más seguidos del mundo, ya que hay un estimado de 400 millones de personas que ven el torneo por televisión. Escocia fue la sede en el año 2014 y este año (2016) se llevará a cabo en Minnesota, Estados Unidos, del 27 de septiembre al 2 de octubre.
Formato de la copa
Los encuentros en la Ryder Cup tienen varios partidos ‘‘matchplay’’ entre los jugadores que selecciona cada equipo entre los 12 golfistas que conforman, bien sea el grupo americano o el grupo europeo. Estos partidos consisten en ocho encuentros ‘‘fourball’’ (dos equipos de dos golfistas, pero cada uno con su propia bola a lo largo del recorrido), ocho ‘‘foursome’’ (dos equipos de dos golfistas cada uno) y doce partidos individuales. El ganador de cada partido recibe un punto para su grupo y si se llegase a producir un empate después de los 18 hoyos, cada uno se lleva medio punto.
Si el puntaje total termina empatado, el equipo que ganó la edición anterior, retiene la copa tal cual como pasó en 1969 y 1989.
Los partidos se desarrollan a lo largo de tres días -de viernes a domingo-. Viernes y sábado se llevan a cabo cuatro partidos en formato “fourball” por la mañana y otros cuatro “foursome” por la tarde. El domingo se juegan los partidos individuales.
El no tener un incentivo económico no le resta espectacularidad al torneo, porque cada uno de los jugadores quiere demostrar quién es el mejor en el deporte y con hacerlo, se sienten satisfechos, recompensados y premiados.
Uno de los más importantes sucesos en la historia de esta “copa del orgullo” fue en 1983 gracias al español Severiano Ballesteros, quien fue líder del equipo europeo. Ese año, la competencia estuvo bastante reñida y por primera vez, el marcador cerró en 14.5 (europeos) contra 13.5 (estadounidenses). Desde entonces, los europeos dominan 10 a 5.
Sin duda alguna, la Ryder Cup no pone en juego los hoyos ni el score, sino el honor de un continente.
